domingo, noviembre 30, 2008

Canción de domingo


Río y mar

A veces me siento grande como el mar
a veces un corto tiempo del río que va
soy un horizonte que te da las tormentas
y a veces soy un sauce que pide al viento dejar de llorar
río y mar, tal para cual

A veces soy un milagro que empieza
a veces una esperanza que pasó
soy una puerta del alba que se cierra
y a veces soy un caminante que te ruega por entrar
río y mar, tal para cual.

A veces soy el altar de la luna
a veces arena pobre con sombras
soy un fantasma salvaje que no vuelve
y a veces soy un pájaro que por vos quiere regresar
río y mar, tal para cual.

León Gieco

jueves, noviembre 27, 2008

De imposibles y otras cosas


(...) Y es que las leyes del deseo son otras. Ni siquiera la de desear imposibles, sino, mucho más sencillamente: de que es posible desear algo imposible.
Por ejemplo: si deseáramos volar una noche, encima de nuestra ciudad o nuestro pueblo, sin aviones ni máquinas, simplemente volar una noche, solos o de la mano de alguien, volar, y aún sabiendo que es imposible, nos permitimos desearlo, ocurre que nos enteramos de algo que nos gustaría. Y eso es como una pregunta, y no hay que acallar ninguna pregunta.
Fíjate que a mí me gustaría volar una noche sobre mi pueblo.
¿Cómo las brujas?
Como los pájaros, o sí, también, como las brujas.
¿Y por qué?
Porque es hermoso, por curiosidad, porque me da placer.
A mí no, dice la otra persona, a mí me gustaría ser invisible.
Pues ocurre que no todas las personas deseamos las mismas cosas imposibles.
No es lo mismo el que desearía volar de noche, que el que desearía ser invisible.
Y he ahí que hasta en eso somos diferentes(...)

fragmento del relato "Sobre lo saludable de desear imposibles", de Luis María Pescetti.

miércoles, noviembre 26, 2008

Recuerdo




"Luka", Suzanne Vega
(Para Ari)

lunes, noviembre 24, 2008

¿Dónde vamos a parar?




(Para agrandar la imagen hacé click sobre ella)

domingo, noviembre 23, 2008

Canción de domingo


Oración del remanso

Soy de la orilla brava,
del agua turbia y la correntada
que baja hermosa por su barrosa profundidad,
soy un paisano serio,
soy gente del Remanso Valerio,
que es donde el cielo
remonta vuelo en el Paraná.

Tengo el color del río
y su misma voz en mi canto sigo
del agua mansa y su suave danza
en el corazón,
pero a veces oscura,
va turbulenta en la ciega hondura
y se hace brillo
en este cuchillo de pescador.

Cristo de las redes no nos abandones,
y en los espineles déjanos tus dones.
No pienses que nos perdiste, que la pobreza
nos pone tristes, la sangre tensa
y uno no piensa más que en morir,
agua del río viejo llévate pronto
este llanto lejos que esta aclarando
y vamos pescando para vivir.


Llevo mi sombra alerta
sobre la escama del agua abierta
y en el reposo vertiginoso del espinel,
sueño que alzo la proa
y sube la luna en la canoa
y allí descansa
hecha un remanso
mi propia piel.

Calma de mis dolores,
ay Cristo de los pescadores!
Dile a mi amada
que esta apenada esperándome,
que ando pensando en ella
mientras voy vadeando las estrellas,
que el río esta bravo
y estoy cansado para volver.

Jorge Fandermole

viernes, noviembre 21, 2008

Reality suicidio


No lo dudó, antes que la justicia prefirió accionar el gatillo, como aquella vez que acribilló por las espaldas a tres hombres. La diferencia es que esta vez eligió hacerlo ante las cámaras y no ante cualquiera, fue la de Crónica. Desde hace 20 días la justicia buscaba al Malevo Ferreyra por una mega causa por su desempeño en un centro clandestino de detención durante la última dictadura militar en el ex arsenal Miguel de Azcuénaga. Según lo relatado, Crónica Tv llegó al lugar en donde estaba viviendo y de donde Gendarmería Nacional iba a buscarlo hoy viernes 21 por la tarde. Se había atrincherado en el techo de su casa donde está el tanque de agua, desde allí dio una nota larga a Roxana Bazán la cronista de Crónica y advirtió que lo iban a sacar muerto de su casa. Antes de pegarse un tiro delante de las cámaras exculpó a las fuerzas policiales, culpó en cambio a Laura Figueroa, la abogada que sigue la mega causa y desacreditó a los procesos y juicios a los represores. El Malevo preparó su muerte, buscó las cámaras y se pegó un tiro en el momento en el que entraban los gendarmes a buscarlo. Una muestra de más de autoritarismo, la última muestra de una cobardía a mano armada.

"Fue primicia"

jueves, noviembre 20, 2008

Fragmento


Sí, he sido mi padre y he sido mi hijo, me he planteado preguntas y las he contestado lo mejor que pude, me he hecho repetir, noche tras noche, la misma historia, que me sabía de memoria sin poder creerla, o nos íbamos, cogidos de la mano, mudos, sumergidos en nuestros mundos, cada uno en sus mundos, con las manos olvidadas, una en la otra. Así he sobrevivido, hasta el presente. Y aún esta noche parece que todo marcha bien, estoy en mis brazos, me sostengo entre mis brazos, sin mucha ternura, pero fielmente, fielmente. Durmamos, como bajo aquella lejana lámpara, embrillados, por haber hablado tanto, escuchado tanto, penado tanto, jugado tanto.

Samuel Beckett
Textos para nada, 1955 (Tusquets Cuadernos Marginales 22)

martes, noviembre 18, 2008

Historias

Este texto me llegó una vez por mail y me pareció increíble. Relata una historia de esas que suceden todos los días en este país, es de Sebastián Hacher Para leerlo entero hacé clik sobre el título del post.


Cuerpos Clandestinos

Esta ahí tirada, rota por dentro y por fuera. Querría descansar, dormir por un año o dos, y despertarse sabiendo que todo fue un sueño mal soñado. Tal vez lo fue y lo siga siendo, nunca se sabe.
La vecina dice que no quiere ir al médico, tiene miedo de que le abran una causa.
Ya casi no habla. Está despierta pero sumida en su pesadilla personal, temblando sobre ese catre mugriento, símbolo y celda de su martirio cotidiano. A la vecina se nubla la vista, quizá para no desmayarse frente a ella, e inventa algo para ayudar un poco. Nadie sabe muy bien qué, pero algo hay que hacer. Si por lo menos tuviéramos una matrona, algo más se podría intentar; un yuyo, un remedio de esos que a veces se consigue, o por lo menos un manosanta que rece por nosotros.
Desde aquella vez, cuando quemó el rancho de acá a la vuelta, todo fue de mal en peor. Se ganó un poco de respeto y quizá de temor en el barrio, pero también se sintió más sola, tan sola como en realidad siempre estuvo. Ahora esa soledad se hace notar en todo; en las miradas que se inclinan a su paso o en los murmullos silenciosamente arrojados para rodear su nombre. Hasta las calles desparejas parecen callar algún secreto cuando la ven llegar.
Siempre es de la misma forma. Ella es la culpable, o por lo menos eso piensan los que en este preciso instante están comentando sus desgracias junto a los braseros donde calientan el agua para el mate. Son esos que en cada ronda engañan sus estómagos y sus cabezas con el mismo azúcar. Si ella pudiera pensar ahora, si el dolor no le estuviera partiendo el alma y el cuerpo, seguramente sentiría sus miradas, sus risitas irónicas o sus comentarios de harpías falsamente indignadas. Hijos de puta, diría con los dientes apretados, mientras las pupilas de los otros se le clavan en la espalda como escalofríos. Hijos de puta, susurraría para sus adentros antes de maldecirse a sí misma.
Ya no le quedan mas lágrimas. Cada hijo fue un llanto convertido en cicatrices pequeñas que aprendió a amar con locura. De los seis que carga por el mundo, uno se fue por desnutrición, llevado a quién sabe qué instituto, amamantado por quién sabe qué otros pechos fecundos.
Por los otros se desgarra de hambre todos los días, para que no les falte un pedazo de algo con qué alimentarse.
Dicen que el don de llorar lo perdió el día que aprendió a odiar con todo su cuerpo. O tal vez la noche que las nubes la ampararon para prender fuego el rancho, sin importar quién estaba adentro y quién miraba por las rendijas de la intimidad de sus vecinos. Total, igual iban a comentar, igual la iban a perseguir las miradas, los silencios y los secretos gritados entre el barro y la mugre.
Ella no era de hacer esas cosas, pero aquella noche no podía hacer otra cosa, porque el ritual de la venganza era el único patrimonio de los sueños que le quedaban. No era simplemente tomar revancha, era pura oscuridad, y el fuego, una forma arrojar al cielo los fantasmas que la persiguen.
No, ella no era de hacer esas cosas y tampoco estas. Dice la vecina que por eso no se escucharon gritos cuando se hundió el alambre oxidado en el vientre. Fue todo muy rápido; un golpe seco, un balbuceo triste, y tirarse en el catre a esperar la muerte o que vuelvan los sueños que se convirtieron en pesadilla.
Así la encontraron cuando estaba por desangrase.
Ahora la llevan al hospital: no queda otra, hay que correr el riesgo. La cargan en un coche, y viaja recostada sobre las piernas de alguien que tiene como única fortuna, lágrimas para regalar al mundo.
Descansa sobre el regazo, casi duerme.
En el camino abre los ojos y pide que le lean un cuento, de esos que cada sábado por la mañana escucha casi tan atenta como los hijos que le quedan.
Con los ojos abiertos repite: quiero que me leas un cuento. Y por primera vez en muchos años, ese cuerpo clandestino vuelve a ser el de una niña. Aunque más no sea por un instante.

Buenos Aires, 12 de Agosto del 2004
Sebastián Hacher
sebastian@riseup.ne

lunes, noviembre 17, 2008

Pasado, presente, futuro


Caminar haciendo equilibrio entre el pasado y el futuro, cuando el presente es una simple cuerda parece algo imposible. Pero hay alguien que lo logró y es Gabriel Varsanyi en la muestra Pater que presentó la semana pasada en el MUNT. El fotógrafo no tiene más que imágenes, se va con ellas hacia los recuerdos, vuelve mira desde una foto antigua y pareciera que desde la que está al lado dispara otro clic que se convierte en el pasado de su futuro. Por eso, Gabriel une espacios y momentos sin tiempo, no importa qué pasa en la foto, ni quienes están ni qué estaban haciendo. Importa el encuentro. Varsanyi trabajó a partir de las fotografías de su padre, y ese es el paso hacia un presente que está claramente escindido. Y también se percibe en la muestra. Es fuerte la sensación que produce el recorrido por los dos salones, y es un tanto más fuerte la necesidad de volver a las imágenes mil veces más. Se mezcla con esa perturbación de mirar hacia atrás en un pasado ya seleccionado. Una extraña definición del tiempo trazada sólo en imágenes. La muestra va a estar toda esta semana en el MUNT, San Martín 1545, los que puedan, vayan a verla.

domingo, noviembre 16, 2008

Canción de domingo

Palito de tola

La luna se abre en el cielo
como una aurora de amor
mientras un fuego de tola
brilla en el fogón

La madre, rama sin tiempo
brota por una canción
fruto de amores lejanos
cantando sin voz

Palito de tola
deje de llorar
que cuando usted llora
me vuelvo arenal.
Duérmase mi niño
carne de cardón
espina y ternura
lo mismo que yo

Por cien caminos de llanto
el viento gime y su voz
cuelga en el aire cencerros
de plata y dolor

Bienhaiga el sueño del pobre
que no tiene un ruiseñor
y sólo espera en el alba
el oro del sol.

René Vargas Vera

viernes, noviembre 14, 2008

Vamos



"Vamos", de la banda chilena Con$pirazion, pertenece al disco "¡Apagá la tele!".

jueves, noviembre 13, 2008

Otra vez


Anoche me llamó un colega para darme la noticia: decidieron cerrar El Tablón Deportivo. El Tablón es un periódico que salió en setiembre y sacaba dos números por semana (lunes y viernes) y tenía un muy buen staff de profesionales. En Tucumán siempre hay proyectos editoriales que se generan con mucho esfuerzo y mucha seriedad sobre todo periodística, pero que mueren en el intento por causas, en general, económicas. Una vez más no se consiguieron auspiciantes para la publicación y otra vez hay que cerrar. No sé cuánta gente trabajaba en El Tablón, pero me parece que alrededor de 20 personas que, por lo que resultó del proyecto son talentosos, creativos y muy apasionados. Espero que El Tablón pueda resurgir más adelante.

lunes, noviembre 10, 2008

Lunes...



"Dont worry be happy", Bobby Mc Ferrin

domingo, noviembre 09, 2008

Canción de domingo

Testimonio vital
Cuando todo oscurezca, él escucha, habla ella,
cuando la tarde naranja desenrede la madeja,
cuando mi cuerpo tirite y tenga lista la maleta
has de disponer
que abran las ventanas y me dejen marchar,
que la noche no duela.
Me despedirás y arderé en una estrella.
Y celebrarás este pequeño milagro.

Han pasado algunos años desde la última promesa,
ella se marchó y dejó olvidado un cuerpo dormido.
Soñaremos que una noche a ella le pinchó la rueca
y no despertó.
Y a él sólo le queda celebrar
esta última ofrenda,
la despedirá y arderá en una estrella
y celebrará este pequeño milagro,
su pequeño milagro.

Él ha abierto las ventanas, y ella se aleja sonriendo,
imagina mientras la tarde naranja va cayendo.
Elegimos el camino, también al fin del trayecto,
y ahora a celebrar,
a la luz de una estrella vespertina y azul,
la hazaña de estar vivos,
conocerte aquí, todo aquello que fuimos,
ya sabes, en fin,
nuestro pequeño milagro,
mi pequeño milagro.

Ismael Serrano

viernes, noviembre 07, 2008

Con acento español

"Las canciones pueden servir de bálsamo", dice Ismael Serrano desde el escenario del teatro Alberdi, y la sentencia parece repetirse constamente en cada acorde de la guitarra. Ismael tiene los ojos oscuros y la sensibilidad de los grandes artistas, por eso mira tímidamente a su alrededor y no puede dejar de sentir lo que pasa. Y pasa que en Tucumán, donde está ahora, hay varias chicas que lloran sin parar porque no pueden dejar de sentir su cercanía. Pasa que las más osadas le gritan que lo aman, y él no se entrega fácilmente al amor. Pasa que él está en el escenario y tiene que entregar música, y lo hace de la mejor manera. Mientras canta, es inevitable que en la cabeza se nos dibuje cada frase, y que el corazón reviva cada pena o cada alegría, y eso es algo que se siente en el ambiente. A lo largo de dos horas y media de show, Ismael hace otra apuesta. Acompañado de su fiel Freddy Marugán en la guitarra, ahora tiene también una escenografía que sitúa al público en un pueblo costero llamado Peumayén. Ismael está renovado, llegó a Tucumán con los bolsillos llenos de historias y cuentos que quiere compartir, y las cuenta en el escenario con gracia, soltura, con ese dejo tan suyo de ternura y picardía, que también resuena en sus canciones. Es lindo ver que un artista hace sus apuestas, pero sobre todo, es bueno ver que en cada escenario las gana.

miércoles, noviembre 05, 2008

Miércoles de Violeta


"Dulce vecina de la verde selva,
huésped eterno del abril florido,
gran enemiga de la zarzamora,
Violeta Parra".


"La Jardinera", de Violeta Parra.

Eso solamente

"Además las personas creen que no son ordenadores porque tienen sentimientos y los ordenadores no tienen sentimientos. Pero los sentimientos no son más que tener una imagen en la pantalla en tu cabeza de lo que va a pasar mañana o el año que viene, o de lo que podría haber pasado en lugar de lo que ocurrió en realidad, y si es una imagen alegre sonríen y si es una imagen triste lloran".


del libro El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon

domingo, noviembre 02, 2008

Canción de domingo

Pacífico

Ahora que estoy vacío
ahora que no hay canción
toda la luna cabe en mí.

Ahora que soy silbido
de alguien que sale a andar
veo otro cielo alrededor.

Todos esos deseos
de noche fría y de alcohol
hoy te los quiero regalar.

El agua me salpica
el fuego es realidad
me gustaba tanto tu voz.

Dejando que suceda
es más fácil así
el cuerpo bien sabe flotar.

Distintas las miradas
y tu contestación
muestra qué inútil fue mi hablar.

La mente está vacía
el cuerpo quiere girar
y en la pupila aquel dolor.

Oh, oh, voy a llevarte en mí
y ahora sé muy bien,
que me llevarás
hasta donde estés,
adonde vayas
un tatuaje azul,
en la voz azul.

Algo tiembla al oído
sombra de un susurro sin voz
la última oportunidad.

Los Piojos

sábado, noviembre 01, 2008

Algún día



(Para ver la imagen más grande, hacé clik sobre ella)