miércoles, mayo 28, 2008

Cabecera

Una amiga, como siempre confiando en mí, me encargó un texto sobre cabezas. La verdad es que me gustó la idea y se me ocurrieron algunas cosas. No sé si alguno de los textos le irá a servir, pero como me encantó escribirlos, los comparto con ustedes. Acá van:

Cabeza I

El fantasma llevaba su cabeza bajo el brazo pues se la habían cortado. Fue un castigo post mortem, al parecer, de vivo nunca la había usado, excepto en ese instante en que intentó frenar su cuerpo cuando estaba llegando al suelo, luego de haber salido despedido desde el sexto piso.


Cabeza II

El tornillo saltó después de un desgraciado tropezón, entonces los ojos se desorbitaron, las ideas que estaban en la cabeza hasta ese momento ordenada comenzaron a circular sin un destino fijo, los colores empezaron a mezclarse sin razón, y hasta los sabores estaban todos amontonados. La cabeza inició una búsqueda incesante del tornillo porque ya se había olvidado de todos los nombres y sentía miedo, y a veces se quedaba mirando el horizonte y a veces lloraba o reía cuando tenía ganas. El tornillo no aparecía, hasta que la cabeza también fue dejándolo de lado, pero esto fue cuando advirtió que soñaba de colores, que las ideas fluían, que la música y las personas bonitas le producían un cosquilleo en la panza y el miedo le aflojaba las piernas. Harta la cabeza de inventarse tornillos se dio cuenta de que era mejor así por eso se despojó de los otros clavos, los que la mantenían sujeta a un cuello que nunca comprendió el abrupto abandono.



Cabeza III

La cabeza hueca estaba cansada de frío.

La cabeza loca no podía parar de girar sobre el cuello.

La cabeza perdida no tenía un solo punto de encuentro.

La cabeza de chorlito no estaba al tanto de todas estas circunstancias, mientras que la cabeza de pajarito sobrevolaba por lugares recónditos.

La cabeza enamorada, en cambio lo trastornaba todo a su alrededor, no entendía nada, todo lo olvidaba y todo lo abandonaba por esa cabeza dura con la que chocó una vez.

En medio de este caos apareció una cabeza fría cuyo único gesto fue un movimiento hacia el costado derecho. Después de eso sólo se escuchó un disparo, y todas las cabezas (incluída la fría) desaparecieron para siempre.

3 comentarios:

victoria dijo...

Como no podria ser de otra manera me quedo con la número III. Y de ellas, prefiero aquella enamorada que lo abandonaba todo por una cabeza dura.
Bien amiga, me gustan mucho todos estos cabezeos.

Anónimo dijo...

Mabis, creo que me siento más identificado con la II, no se bien por qué. Muy buena la movida esta de las cabezas. Y ya que hablamos de cabezas y no de gruesos billetes aprovecho para recomendar una pelicula un tanto extravagante de esas que me gustan a mí: "Ocho cabezas en un bolso de viaje", interesante comedia liviana protagonizada por Joe Pesci. La verdad que estaría bueno bajarla y que nos juntemos a verla con el amigo Tobías y demás cinéfilos dl grupo. abrazo

Maby dijo...

Sí, como son estas cosas, a mí me gustan varias de estas cabezas... Gracias por los comentarios. A usted, compadre Pollo, sí, nos juntemos a ver esas cabezas, después del miércoles que juega Boquita. A usted comadre, le mando un abrazo, no sabe lo que necesito verla. Ya llegará el momento.