jueves, septiembre 23, 2010

Mi casa

El fin de semana estuve en Tucumán. Fueron cuatro días de agite, viendo a muchos menos amigos de los que me hubiera gustado ver, haciendo la mitad de las cosas que hubiera querido, pasando mucho menos tiempo con mi sobrino de lo que hubiese deseado. Sin embargo, no deja de ser maravilloso llegar al lugar de uno. No hace mucho que me fui y sólo pienso en volver, cada día, tal vez porque al contrario de lo que me dicen mis amigos "Tucumán sigue igual que siempre", para mí cambia todo el tiempo. En ningún lugar hay lapachos tan lindos, la luna es un poco más grande que acá en Buenos Aires y los cerros al final de cada vista es algo inigualable. Tucumán está hermosa. Seguramente la distancia me hace verla así, pero no importa, hoy es uno de los días en los que podría discutir a muerte que es uno de los lugares más lindos del mundo.

2 comentarios:

Rubén Kotler dijo...

Todos saben que las aves migratorias, siempre encuentran el camino de regreso...

Maby Romero dijo...

Por eso estamos aquí, esperándote siempre amiga...