Sin Soriano
"Yo no tengo biografía. Me la van a inventar los gatos que vendrán cuando yo esté, muy orondo, sentado en el redondel de la luna"
Osvaldo Soriano, Educación sentimental, Página 12, 28 de noviembre de 1993
Hacía unos días apenas que había conocido a Charly García, y no terminaba de reponerme del impacto, cuando se me sumó otro: había muerto Osvaldo Soriano. Yo había llegado de Cosquín con la noticia de José Luis Cabezas asesinado, y lo de Soriano después completaron la sensación de que 1997 sería un año terriblemente desolador. Unos años antes, no muchos, había leído Una sombra ya pronto serás y me había fascinado con No habrá más penas ni olvidos, y unos meses atrás mi prima me había regalado Piratas, fantasmas y dinosaurios, uno de sus últimos libros. Después vinieron otros, pero esos me marcaron. Me gustan hasta el cansancio, tanto que no ninguno de ellos está hoy en mi biblioteca, los regalo, los presto, los comparto. Quisiera escribir como Soriano, pensar como Soriano, ser como Soriano. Por lo pronto, me gustan los gatos y la noche pero no creo que sea eso suficiente. Hoy, a pesar de que se cumplen doce años de su muerte, sigo pensando en que es el único escritor y periodista con quien me hubiese gustado compartir por lo menos un café.