miércoles, agosto 06, 2014

Estela y el nieto 114


De muy chica me contaron cómo era la historia de mi país. Desde entonces me pasé años imaginando cómo será eso de no conocer a tus papás, de no saber cómo es la cara de tus hijos, de tener que inventar la cara de tu nieto y de ignorar que tenés una familia verdadera que no es la que ves todos los días. Siempre tuve la sensación de que mi generación, la que nació entre 1975 y 1980 tiene una parte de su vida robada. La curiosidad que tenía de pequeña se fue transformando en angustia hasta que pude comprender la lucha de las Madres, de los Hijos y de las Abuelas. A ellos he mirado con admiración infinita porque son quienes con su luchar permitieron reacomodar esos los retazos de nuestra propia historia y de alguna manera saldar el vacío que provocó el terrorismo de Estado. Ayer, fue un día histórico para este país no porque sea el primer ni el último nieto encontrado, si no porque es el nieto de Estela de Carlotto, la mujer que inició, sostuvo y sobre todo creyó en esta lucha. Porque si ante la incertidumbre su la lucha fue tan profunda no puedo imaginarme cuál será la fuerza y el impulso de la certeza, ahora que su nieto ya tiene rostro. "No quería morirme sin abrazarlo", dijo ayer. Todos lloramos pensando en ese abrazo. Todos nos sentimos abrazados y un poquitito más completos. El  nieto 114 ya está entre nosotros y seguimos buscando. 

1 comentario:

- Brenda - dijo...

"todos nos sentimos abrazados" ...ayer fue un día de alegría, un día más de esperanza.