miércoles, febrero 08, 2012

El profundo dolor

 De tanto dolor uno no sabe cómo llorar. La puteada se alarga hasta el infinito ante la noticia, pero vuelve hecha canción.
Todo en él fue música y queda adentro la felicidad de haber escuchado desde toda la vida sus temas, y de haber mirado al mundo con parte de su poesía.
Fue el maestro de todos casi un padre.
Van a estar para siempre sus discos pero nosotros igual vamos a querer respirarlo en el aire, sentirlo cerca y vivo. Es un orgullo saber que compartimos historia y geografía con él.
Puteamos de amor ante su muerte que nos deja más música.

2 comentarios:

Varsanyi dijo...

Se fue...
Como dice un amigo, el mundo es triste hoy.

A. M. Vermon dijo...

Muchas felicitaciones por el blog, que es de una gran riqueza.

Luis Alberto ha sido un ejemplo de dignidad magnífica, ante su ausencia hoy valoramos su obra y postura ante la vida.

Expresó cabalmente el sueño de "amor y paz" y plasmó una obra artística (no mutilada por intereses comerciales) producto de la inspiración y un anhelo de bien y belleza.