jueves, septiembre 11, 2008

35 años

Hoy se cumplen 35 años de aquel día en que el nefasto Pinochet tomó el poder que hasta entonces estaba a manos de Salvador Allende. Ese día fue uno de los puntapié que desencadenaron las otras dictaduras que sufrimos en Latinoamérica, por eso es importante recordarlo siempre. Acá comparto la poesía que escribió Victor Jara cuando ya estaba preso y seguramente ya había sido torturado en el Estadio de Chile, en donde iban a parar los presos de Pinochet. Además cuelgo un fragmento de Un canto truncado, en donde Joan Jara en donde narra los últimos momentos del poeta que desapareció ese día y su cuerpo fue encontrado cinco días después.


Somos cinco mil
en esta pequeña parte de la ciudad.
Somos cinco mil
¿Cuántos seremos en total
en las ciudades y en todo el país?
Solo aquí
diez mil manos siembran
y hacen andar las fabricas.

¡Cuánta humanidad
con hambre, frío, pánico, dolor,
presión moral, terror y locura!

Seis de los nuestros se perdieron
en el espacio de las estrellas.

Un muerto, un golpeado como jamas creí
se podría golpear a un ser humano.
Los otros cuatro quisieron quitarse todos los temores
uno saltó al vacío,
otro golpeándose la cabeza contra el muro,
pero todos con la mirada fija de la muerte.

¡Qué espanto causa el rostro del fascismo!
Llevan a cabo sus planes con precisión artera
Sin importarles nada.
La sangre para ellos son medallas.
La matanza es acto de heroísmo
¿Es éste el mundo que creaste, dios mío?
¿Para ésto tus siete días de asombro y trabajo?
en estas cuatro murallas sólo existe un numero
que no progresa,
que lentamente querrá más muerte.

Pero de pronto me golpea la conciencia
y veo esta marea sin latido,
pero con el pulso de las máquinas
y los militares mostrando su rostro de matrona
llena de dulzura.
¿Y México, Cuba y el mundo?
¡Qué griten esta ignominia!
Somos diez mil manos menos
que no producen.

¿Cuántos somos en toda la patria?
La sangre del compañero Presidente
golpea más fuerte que bombas y metrallas
Así golpeará nuestro puño nuevamente

¡Canto qué mal me sales
Cuando tengo que cantar espanto!
Espanto como el que vivo
como el que muero, espanto.
De verme entre tanto y tantos
momentos del infinito
en que el silencio y el grito
son las metas de este canto.
Lo que veo nunca vi,
lo que he sentido y que siento
hará brotar el momento...


(Victor Jara, Estadio Chile, septiembre de 1973)

Link: "Un canto truncado"

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