El amor...
Desamor en la puerta de un palacio
Enamoradísima, una leona subió las escaleras de mármol hasta llegar al león de piedra y, tras un dulce suspiro, se quedó a su lado, inmóvil, dura. De pronto escuchó un ruido extraño: era el león de piedra que se marchaba.
en Breves historias de animales sabrosos, engreídos, enamorados, malditos, venenosos, enlatados, tristes, cobardes, crueles, espinosos (y otras historias), de Martín Sancia.
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