Boomerang
Saltan, corren, ríen, gritan, se empujan, comen, bailan. Son muchas las caras que se confunden entre las luces de unas cuantas velas, y el color de los globos que cuelgan de la ventana. El olor a chocolate y el merengue que se desparrama sobre el pasto hacen que el Enano se sienta feliz. Ahora mismo ha hecho un alto en toda la larga tarde, y por primera vez se quedó quieto. No puede dejar de mirar a sus amigos. Una y otra vez, como si los estuviera conociendo. El Enano está más grande. Antes de pedir sus tres deseos, mira alrededor y se ríe, cierra los ojos y sopla con toda la fuerza que puede, para que esos tres deseos se vayan lejos, corran por el patio, empujen la tapia, lleguen hasta el cielo. Y desde ahí, desde muy alto vuelvan bailando hacia él, como un boomerang que le llega de regalo.
(gracias a Diego, Victoria y Alicia)
1 comentario:
me hubiese gustado estar ahi...
besos!
Publicar un comentario