Para ella
Natividad Figueroa de Ortiz fue una de las referentes de las Madres de Plaza de Mayo, filial Tucumán.
Luchó hasta el cansancio, y mucho más allá de él. Lloró, no perdonó, no olvidó. Anoche murió. No hay muchas palabras, sólo la bronca de que ella no haya podido ver a los genocidas pudriéndose en la cárcel.
Este poema lo escribió para ella Raúl Carrizo, Cachito. Ahí va:
MARIA, LA DEL PAÑUELO BLANCO
Con toda ternura mamá Nati llega despacito cada jueves
colocandose sobre el cabello el universo entero
y sus lentos pies dan vueltas
por los niños que la ciudad niega
y la vida y todas las galaxias caben en una mano
agitando el cielo de Tucumán
y el humilde pueblo de los olvidados
enciende la memoria y se lanza al vuelo
el día jueves una tela blanca enlaza a los astros
acurrucados
en el vientre de una mujer estrella
volando sobre el oscuro paredón de un viernes
negro.
Por Raúl Carrizo (del libro Gólgota Tucson, inédito)
Tucumán - Argentina
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